lunes, 2 de noviembre de 2009

Tempestad de encuentros

Si en esta calma que clama la tempestad,
encuentro el rumor de tus pasos olvidados,
donde el tiempo remueve parpados tibios, ciegos, truncos,
aleteó de sed al caer el día, ya la noche me cubre,
me enseña a verme sin ojos, a sentirme uno conmigo, contigo…

tus palabras resuenan en mis manos, en mis huecos,
en mis anhelos, y comienzo a escucharme, a derribar barreras, y seguir el camino, sigo vivo,
respiro la sabia de sol de tu cuerpo al resplandor de tus ojos el candor,
me veo reflejo sin fin, manojos de carne que danzan, todavía…

estoy siguiendo mi voz, adentro se agita,
todo resuena, las paredes se agrietan y busco nacer,
empezar a crecer creciendo,
remontando al cielo todo firmamento,
sin reglas mi pretextos, solo alma en movimiento,
que se encuentra en vuelo, conociendo su ciencia,
su voz…

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